(166).

A tu lado, cuando puedo, me concentro en tu voz. Es suave y varonil, profunda cuando quieres hacerte el interesante o cuando tu arrogancia se escapa por los poros. Es difícil encontrarte solo, siempre andas con ella o con ellos.

Ella, mi fiel competencia. No es nada más que tu amiga, una muy especial y yo quedo resagada a ser tu fiel admiradora. Una que te escucha a las sombras, que valora tus palabras que sueña con que le susures al oído.

Soñé una vez que me ibas a buscar, entre todas, era yo la eligida y un paseo era todo lo que me ofrecias. Recitabas los versos más dulces que haya escuchado y me decías que todo era sacado de mi fiel cuaderno. El rubor hizo estragos en mis mejillas, pero tu simple sonrisa me hacia sonreír a mi también. Cuando la noche caía a nuestros pies, junto a las estrellas te acercaste a mi y me dijiste 'TE QUIERO'.