30 de enero de 2010

(131).

Pequeño paréntesis, pequeña ventana que no se cierra por qué tú no has dado la cara. Confirmé lo sospechado, yo era la otra en esta relación dispar. Fui un juguete listo a tu merced, desecha y sin esperanzas creí que me recogías para llevarme al castillo donde seríamos felices por siempre.
Error.
No fui más que tu escape, lo prohibido y aún no eres capaz de reconocerlo. Siento ira, ganas de golpearte una y otra vez, pero no ganas de llorar, por que mis lágrimas ya se han agotado.
Este juego ya se acabó.

6 comentarios:

  1. Muchas veces nos creemos que conseguiremos el paraiso cuando solo están dispuetos a darnos un pequeño jardincito.
    Es muy duro darse cuenta de ello.

    Un besito de ensueño =)

    ResponderBorrar
  2. La realidad a veces nos golpea fuertemente y el castillo se derrumba.
    Pero piensa que puedes construir otro con un príncipe que verdaderamente merezca la pena ^^
    ¡Un besazo!

    ResponderBorrar
  3. Holaaa! he entrado unas cuantas veces a leer tus entradas y he decidido seguirte y ya de paso comentarte :)

    esta entrada me encanta! ^^

    saludos franceses

    ResponderBorrar
  4. Sabes ue es lo ms triste de todo?
    que yo tb lo viví, y te juro que le hubiese roto la cara, pero después te das cuenta que no vale la pena...

    Besos, volvistes!

    ResponderBorrar
  5. a veces la vida es así, te hace ver todo color de rosas y de repente Pam! en el momento menos indicado todo da un giro y nada es lo q parece...
    una entrada simplemente genial!
    bss!

    ResponderBorrar