(95).

El día sábado 21 de noviembre cumplí uno de mis sueños: ir a ver en vivo a La Oreja de Van Gogh. Desde muy pequeña me ha gustado este grupo, era el año 2001 cuando los escuché por primera vez con su primer sencillo del álbum "El viaje de copperpot", cuídate.

No puedo dejar de cantar al son de su música ni mucho menos encontrar siempre una de sus canciones para cada una de las etapas de mi vida. Son geniales y el verlos en vivo no pudo haber sido más emocionante.

Cuando Amaia Montero anunció su partida pensé que moriría, pero ni siquiera lloré. Esperé a que llegara alguien que pudiera hacerme sentir lo misma que ella al escucharla cantar y Leire es mi viva convicción. Quizás tengan registros parecidos, pero son totalmente opuestas. Se nota que ella disfruta estar en el escenario, agradece cada muestra de cariño y lo hace con pasión. No busca la fama sino que hacer sentir bien al escucharla cantar.

Fue feliz, los esperé y ahora puedo morir tranquila. Doy gracias el día en que llegaron a mis oídos, porque no los han podido despegar y no lo lograrán jamás.

Mi canción favorita es soñaré del primer disco "Dile al Sol".