7 de mayo de 2009

(05).

Hace exactamente un mes cumplí mi mayoría de edad y hace unos días se cumplieron dos meses lejos de mi ciudad, mi familia, mis amigos, mi mundo.

Es ahora donde reconozco que la amistad es una de la cosas más importantes en mi vida. A veces me siento sola, que no puedo contra la marea y que sólo sigo a la masa; otras, siento que estoy cuerda, entre lo que se puede, y que necesito un abrazo para sentirme bien.

No es novedad que ande de ánimos cambiantes, es propio de mi personalidad, pero no pensé que fueran tan fuertes. Es posible que de un modo u otro sólo salte al vacío y me sumerga en la oscuridad reinante tras mi espalda, pero sé que no me ayudará a salir del pasado.

Me propuse hace muchísimo tiempo salir de mis visiones poco gratas, pero cuesta y dependo tanto de lo que ocurre a mi alrrededor, que no soy capaz de levantarme sola.

No queda nada para volver a ver a quienes quiero, espero que esos 5 días sean provechosos y regrese con buenas vibras, porque mucha falta hacen.

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