29 de marzo de 2016

(282).

Año 2014  y yo te conocí (creo). Te vi y no pude sacarte más de mi mente. No sé si seré capaz de hacerlo pronto, eres lo que se podría conocer como el segundo amor de mi vida. Sé que es unilateral y que es un sueño, de esos efímeros pero hermosos, el que alguna vez me veas con otros ojos. Ni siquiera somos amigos.
Pero cuando el corazón elige no queda de otra. Cuando los sentimientos están a flor de piel sin ni siquiera andar buscando es porque el destino así lo quiso. Para bien o para mal debía suceder tal como ahora porque está escrito en las estrellas.
Quisiera vivir eternamente en Plutón (¿o Saturno?), guardar en un cofre las palabras para que no se las lleve el viento, no olvidar los gestos por pequeños que hayan sido. Rememorarlos es sentir esas emociones otra vez, que lo que pasó sólo pasó y regresar al cielo, donde en mi imaginación tu sentiste lo mismo que yo.
La magia de esos días no la olvidaré nunca, está grabada con fuego en mi cabeza porque son bellos recuerdos que vinieron a reemplazar los amargos que una vez dejé que invadieran todo. Para muchos son tonteras, pero estos tesoros son míos y hacen que todo tome otro color.
Porque soñar ya es avanzar la mitad del camino, aunque sea sola y a base de memorias perdidas. Gracias por dedicar un minuto de tu vida a la mía.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario